Club del Libro

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miércoles, 13 de octubre de 2010

A manera de síntesis

Por Diego Villaseñor

En El hombre que fue Jueves, el creador del Padre Brown y uno de los escritores ingleses más prolífico del siglo XX, narra los desencuentros y engaños de siete personajes a los que el destino conduce por el camino de la doctrina anarquista y la duda religiosa. Esta versión, con traducción y prólogo de Alfonso Reyes, conduce al lector por un laberinto de enredos, intrigas y suspenso, donde perseguidor y perseguido cobran una significación inesperada que los convierte en principios eternos del universo.

La conspiración del orden


El hombre que fue Jueves, una de las novelas más conocidas de G. K. Chesterton, es un thriller místico que toma la estructura de la novela policiaca para concebir el espacio en que el filósofo y escritor estadounidense expone sus dudas metafísicas, tema de todos sus relatos y poemas.

La novela cuenta las aventuras de Gabriel Syme, un joven que se convierte en detective de un cuerpo policíaco creado por intelectuales (poetas, filósofos, etc.) amantes del orden, cuyo objetivo es defender a la sociedad de una conspiración anarquista que no sólo busca instaurar el caos, sino que desea abolir a Dios y acabar con las distinciones entre vicio y virtud.

Syme se infiltra a una reunión secreta del grupo de rebeldes y se las ingenia para ocupar el lugar vacante de uno de los siete comandantes del Consejo Central Anarquista. Así, Gabriel Syme es investido con el nombre secreto de Jueves.

La novela transcurre entre el terror y la admiración que inspira a los anarquistas la presencia de su líder, Domingo, y el desenmascaramiento de siete personajes que adoptan no sólo los nombres de la semana, sino las características espirituales que corresponden a cada uno de ellos, acorde con las descripciones del libro del Génesis. Domingo y sus seguidores son forzados a descubrir frente a los otros las verdades ocultas que se rehusaban a mostrar.

Chesterton realiza una novela que incluye intrigas y persecuciones, pero también un halo de ensueño (de ahí, el subtítulo de la novela original: A nightmare (Una pesadilla)) que nos descubre que nuestro papel en el mundo es más ambiguo que nuestras convicciones y que la división entre caos y orden es también lo que une a esos opuestos.

En El hombre que fue Jueves la distinción entre “buenos” y “malos” se hace difusa a medida que la novela avanza. Entre el intento de los conspiradores por llevar a cabo su plan y el de los infiltrados por detenerlos, se desenvuelve una meditación religiosa que mas que evangelizar, reflexiona a través de la fe acerca de las profundidades del mundo interior y, en consecuencia, del mundo social.

Chesterton no busca persuadirnos de la suprema bondad de alguna de las alternativas para organizar nuestra vida social, ya sea la anarquía como caos o el orden como virtud; sino que nos descubre que ambos extremos están constituidos por una serie de matices que hacen que elegir una de las opciones implique, en mayor o menor grado, elegir también la otra.

Fiel a su precepto de no someter su pensamiento a las clásicas oposiciones binarias, Chesterton aborda todos estos temas en un tejido novelístico ameno, en el que adopta un tono accesible e irónico, aún en aquellos momentos de mayores implicaciones metafísicas.

Acerca de G. K. Chesterton

Gilbert Kieth Chesterton (Londres, 1874-1936) es uno de los escritores ingleses más prolífico del siglo XX. De formación autodidacta, atendió la escuela de arte y escribió más de 80 novelas, varias centenas de poemas y obras de teatro, alrededor de 200 cuentos y 4 mil ensayos. Sus intereses fueron variados, tales como la literatura, el periodismo, la crítica social, la historia y la teología católica. Sus historias más conocidas son las del detective-sacerdote “Padre Brown”,  protagonista de una saga de 52 relatos cortos.

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The American Chesterton Society

1 comentario:

  1. Para ser sincera no tenía noticia de esta obra de Chesterton, lo cual por supuesto es poco alagador respecto a mis nociones de literatura inglesa, pero todavía es posible resanar esta laguna intelectual. Por otro lado, la reseña que publican previo al comentario de la obra resulta muy cautivadora, porque apunta a las ideas de orden, caos, fe, verdad, mentira, esféras pública y privada, etc, y brinda un panorama muy preciso acerca de los temas que a Chesterton le interesaban. Finalmente, la aparición de Alfonso Reyes como prologuista viene a ser la cereza del pastel, atendiendo a la erudición de este personaje mexicano y a la influencia del mismo en el ámbito literario nacional.

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