Club del Libro

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miércoles, 31 de agosto de 2011

William Pescador: Recomendaciones y nueva lectura

Para cerrar la lectura de William Pescador, de Christopher Domínguez Michael, la décimocuarta de nuestras 18 novelas en 18 semanas, tenemos algunas recomendaciones literarias.

Vida de Fray Servando El XIX en el XXI

Es nuestra costumbre iniciar las recomendaciones con libros del mismo autor de la novela que acabamos de leer. En el caso de Christopher Domínguez Michael, su obra se centra en la crítica literaria, pues William Pescador es su único libro de ficción, sin embargo, podemos recomendar su Vida de Fray Servando, libro de entretenida lectura en el que no sólo nos presenta una biografía del padre Mier, sino también una historia de las últimas décadas de la Nueva España y las primeras del México independiente. Quienes además de entusiastas de la literatura, sean también estudiosos de ella, sin duda encontrarán más que recomendables ensayos como Tiros en el concierto: Literatura mexicana del siglo V y El XIX en el XXI.

En William Pescador somos testigos de la creación de un mundo único en el que se mezclan la realidad que circunda a un niño y las fantasías que pueblan su mente. Otras recomendaciones semejantes son Un mundo para Julius, de Alfredo Bryce Echenique, y Los ríos profundos, de José María Arguedas.

Las aventuras de Huckleberry Finn Alicia en el País de las Maravillas

Encontramos además en esta novela la historia de un niño que debe valerse de sus medios y de peculiares personajes a los que conoce para cumplir con su destino. En este sentido, no pueden faltar recomendaciones como Las aventuras de Tom Sawyer y Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain; Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll, y Matilda, de Roald Dahl.

Nuestra última recomendación para quienes hayan disfrutado William Pescador es una de las novelas más originales de los últimos años: La maravillosa vida breve de Óscar Wao, de Junot Díaz.

Matilda La maravillosa vida breve de Óscar Wao

Mañana iniciaremos una nueva lectura dentro del reto de 18 novelas en 18 semanas: Aura, de Carlos Fuentes.

Aura

jueves, 25 de agosto de 2011

William Pescador: Un mítico lugar en la memoria

En nuestro reto de lectura de 18 novelas en 18 semanas hemos llegado ya a la obra número 14: William Pescador, de Christopher Domínguez Michael.

Christopher Domínguez Michael

Reconocido como un importante crítico literario e historiador de la cultura, Christopher Domínguez Michael (México, 1962) es también uno de los más influyentes del mundo de habla hispana en la actualidad. Ha sido colaborador en numerosas revistas y diarios; autor de interesantes ensayos sobre letras y cultura como Jorge Cuesta y el demonio de la política, Tiros en el concierto: Literatura mexicana del siglo V, Servidumbre y grandeza de la vida literaria, Toda suerte de libros paganos, Vida de Fray Servando y El XIX en el XXI; y editor de obras como la Antología de la narrativa mexicana del siglo XX y el Diccionario crítico de la literatura mexicana. William Pescador ha sido su única y afortunada incursión en la creación literaria de ficción.



Iniciemos la lectura de William Pescador.



Todo cuanto ocurre en el país de la memoria adquiere por ese solo hecho dimensiones míticas, en particular cuando se trata de nuestras infancias. Así podemos apreciarlo en el relato de William Pescador, quien nos narra lo ocurrido durante el verano en que tenía 11 años y su madre los dejó a él y a su hermano menor Nicolás a cargo de una sirvienta para viajar a Atlantic City en busca de una herencia.

Todo adquiere en la narración una escala fantástica y todo hecho una proporción épica. El departamento de William es entonces ciudad, reino, imperio, civilización. Los juguetes forman hordas y ejércitos. Los garabatos en las paredes son pinturas rupestres que atestiguan la civilización doméstica; los pollos congelados, aves fénix que resucitarán al calor del fuego; los alimentos, producto de las metamorfosis del pan y la sal. Felicidad, la sirvienta, es oráculo de la ropa sucia, arquéologa de la domesticidad, Reina de las Sirvientas, sacerdotisa del culto a una compañera suicida y dios creador que descansa el séptimo día.

Omorca, el lugar donde vive William, legendaro en la memoria, es una ciudad-estado rodeada de otras y él, desde las azoteas de los edificios que lo conforman, entre lavaderos y cuartos de servicio, se convertirá en el cartógrafo encargado por los niños vecinos de trazar los mapas que revelen todos sus secretos.

Y, como en todas las historias míticas, tras un hecho desgraciado, William deberá hacerse merecedor del legado de su linaje, haciendo uso de todos sus conocimientos, para poder acceder al territorio de la madurez.

Durante esta semanas seguiremos leyendo William Pescador, de Christopher Domínguez Michael, como parte del reto de lectura de 18 novelas en 18 semanas.

miércoles, 24 de agosto de 2011

La tumba: Recomendaciones y nueva lectura

Llegamos al final de La tumba, de José Agustín, la número 13 de nuestras 18 novelas en 18 semanas, y tenemos algunas recomendaciones literarias para quienes hayan disfrutado de esta lectura.



Para empezar recomendaremos la lectura de otras novelas del propio José Agustín: De perfil, como La tumba, nos cuenta la historia de un adolescente en la década de los sesenta que se enfrenta al nuevo mundo que se abre ante él; en Se está haciendo tarde (final en laguna) es más evidente el deseo del autor de romper con la literatura tradicional, particularmente en lo que se refiere al manejo del lenguaje, y en La panza del Tepozteco incursiona en la literatura fantástica para jóvenes.

La panza del Tepozteco Se está haciendo tarde (final en laguna)

También recomendaremos libros de otros autores que formaron parte de la llamada literatura de la onda. Empezaremos con Gustavo Sainz y sus novelas Gazapo y La princesa del Palacio de Hierro, en ambas obras encontraremos protagonistas que viven divertidas historias en ambientes urbanos reconocibles, como si se tratara de picarescas contemporáneas. De Parménides García Saldaña (el único ondero que sin rubor se asumió como tal) podemos recomendar Pasto verde y El rey criollo. Y si no un autor de la onda, sí directamente influido por ellos, encontramos a Luis Zapata, de quien es imperdible El vampiro de la colonia Roma.

El vampiro de la colonia Roma Diablo guardián

Otras lecturas que sin duda serán disfrutadas por quien haya leído con gusto La tumba son Diablo guardián, de Xavier Velasco; Los cachorros, de Mario Vargas Llosa; La cantante descalza y otros casos oscuros del rock, de Jordi Soler, y Si te dicen que caí, de Juan Marsé.

La cantante descalza y otros casos oscuros del rock

Mañana iniciamos una nueva lectura en el reto de 18 novelas en 18 semanas: William Pescador, de Christopher Domínguez Michael.

William Pescador

jueves, 18 de agosto de 2011

La tumba: Rabia adolescente

Llegamos a la lectura número 13 del reto de 18 novelas en 18 semanas. En esta ocasión se trata de una novela que significó una ruptura con el canon literario que la precedió: La tumba, de José Agustín.

José Agustín

José Agustín (Acapulco, 1944) es el más emblemático y exitoso escritor del movimiento conocido como La Onda, que a finales de la década de 1960 irrumpió en el panorama literario mexicano en un intento de ruptura con la literatura “tradicional” que reflejaba un país completamente ajeno al que en realidad se vivía. Con un estilo libre y desenfadado que incluía el uso de un lenguaje verdaderamente coloquial, los onderos (como más o menos despectivamente se les llamaba) abordaron temas hasta entonces dejados de lado en la narrativa nacional, como el sexo, las drogas y el rock and roll, en ambientes urbanos reconocibles. La tumba inaugura dicho movimiento. A ésta la seguirán más novelas (De perfil, Se está haciendo tarde (final en laguna), Ciudades desiertas, La panza del Tepozteco, Dos horas de sol), cuentos (Inventado que sueño, No hay censura), obras de teatro, ensayos, crónicas y relatos autobiográficos, formando una obra que ubica a José Agustín como un importante autor.



Leamos La tumba.



La tumba es una novela de juventud y en ella se puede percibir la rabia adolescente del autor presentada a través del narrador y personaje principal, Gabriel Guía, una suerte de Antoine Roquentin del Altiplano, que se encuentra atrapado en el mundo sin sentido de la convencional clase media mexicana.

Como Roquentin en la novela de Sartre, Gabriel tiene también sus momentos de “náusea” en los que pierde control de sus sentidos: su vista se llena de circulos y sus oídos de un insistente sonido que se volverá parte de él.

La angustia de Gabriel proviene de no tener un lugar en el mundo que pueda reclamar como propio, al hallarse a cada momento entre dos polos opuestos e irreconciliables. Por una parte en el mundo de la conservadora burguesía mexicana, cuyos valores e intereses reprueba pero comparte al mismo tiempo (podemos ver esto cuando se siente decepcionado por el regalo de cumpleaños de su padre sin que ello le impida disfrutarlo o, más claramente aún, cuando se entera de que Elsa no es virgen). Por otro lado, aunque tiene aspiraciones intelectuales siente desprecio por todos aquellos que las tienen y no pierde la menor oportunidad para burlarse de cualquiera que, como él, se crea una persona culta.

La de Gabriel Guía una rabia generacional, de un momento en la historia en la que el mundo no es lo que los mayores prometieron y los jóvenes no están seguros de qué es lo que quisieran tener en su lugar.

La rabia es, al final, aburrimiento, como estar enterrado en una tumba abierta desde la que sólo se ve un cielo azul imposible de alcanzar.



Esta semana continuaremos la lectura de La tumba, de José Agustín, la décimotercera de nuestras 18 novelas en 18 semanas.

miércoles, 17 de agosto de 2011

El libro salvaje: Recomendaciones y nueva lectura

Finalizamos la lectura de El libro salvaje, de Juan Villoro, la duodécima de nuestro reto de 18 novelas en 18 semanas, con algunas recomendaciones literarias.

Las golosinas secretas La noche navegable

Nuestra costumbre es iniciar con recomendaciones provenientes de la pluma del autor de la novela en turno, y, aunque en el caso de Juan Villoro podríamos resumir el trabajo recomendando el conjunto de su obra, nos referiremos a algunos libros en concreto. Primero hablaremos de algunos de sus libros dirigidos a los lectores jóvenes: Las golosinas secretas, El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica y Autopista sanguijuela son textos que, como El libro salvaje, podrán ser disfrutados por chicos y grandes. De sus cuentos podemos destacar los reunidos en La noche navegable, en Los culpables y en La casa pierde. Llamadas de Ámsterdam es una magnífica novela breve y quienes gusten de los retos, sin duda se verán recompensados al leer la espléndida El testigo (Premio Herralde 2004).

Llamadas de Ámsterdam El testigo

La lectura de El libro salvaje nos da pie para algunas recomendaciones en las que el tema principal lo constituyen los libros y los lectores y también aquí empezaremos con algunas recomendaciones para los lectores más jóvenes. La historia interminable, de Michael Ende, es un bello texto en el que un niño lector, Bastian, deberá hacer lo posible por salvar de la destrucción el mundo fantástico que habita las páginas de un libro. La trilogía iniciada por Corazón deTinta, de Cornelia Funke, nos cuenta una apasionante historia sobre libros y su influencia en los lectores.

La historia interminable Corazón deTinta

La influencia de los libros sobre los lectores es un tema explorado en grandes textos como Madame Bovary, de Gustave Flaubert, donde Emma desea vivir una vida digna de novela, y el máximo clásico de la lengua española, El Quijote, de Cervantes, donde un hidalgo decide recorrer España para “desfazer entuertos” de acuerdo con lo aprendido en las novelas de caballerías a las que es aficionado.

Don Quijote de la Mancha Un viejo que leía novelas de amor

Otros lectores memorables son Antonio José Bolívar Proaño, protagonista de Un viejo que leía novelas de amor, de Luis Sepúlveda; Michael Berg, adolescente enamorado de una mujer mayor de oscuro pasado en El lector, de Bernhard Schlink; Guy Montag, el bombero que primero quema libros y después trata de salvarlos en Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, y la aterradora Misery Chastain, obsesionada con las novelas de su autor preferido, en Misery, de Stephen King.

 

Compartan con nostros sus propias recomendaciones literarias sobre el tema de la lectura.

 

A partir de mañana, iniciamos la lectura correspondiente a la semana 13 de nuestro reto: La tumba, de José Agustín.

La tumba

jueves, 11 de agosto de 2011

El libro salvaje

Llegamos a la duodécima de nuestras 18 novelas en 18 semanas. En esta ocasión se trata de un texto que aborda el que, por obvias razones, es nuestro tema favorito: los libros y los lectores. Nos referimos a El libro salvaje, de Juan Villoro.



Juan VilloroPeriodista, cronista, ensayista y narrador, Juan Villoro (México, 1956) es uno de los escritores mexicanos más originales y reconocidos de la actualidad. Cuentos como los reunidos en La noche navegable, Albercas o La casa pierde y novelas como El disparo de argón, El testigo (Premio Herralde 2004) o Llamadas de Ámsterdam, entre muchas otras obras, han cimentado su bien ganada fama. Y por si eso fuera poco, es importante la cantidad de libros que Villoro ha escrito dirigidos especialmente a niños y a jóvenes, como Las golosinas secretas, El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica, Autopista sanguijuela, y El taxi de los peluches, entre otros. A este grupo pertenece la novela que leeremos en esta ocasión: El libro salvaje.



Iniciemos nuestra lectura.



Juan, el protagonista y personaje principal de El libro salvaje, es un adolescente de lo más común: le gustan la televisión y la pizza, en la escuela no es un estudiante que se distinga por aplicado y los libros no le interesan de manera particular, aunque haya leído repetidas veces uno sobre arañas. En fin, no hay nada de especial respecto a él. O al menos es eso lo que él mismo piensa.

Sin embargo, tras una serie de eventos desafortunados (permítasenos acudir a un libro para expresar lo que queremos decir) y con la ayuda de su tío Tito, un bibliófilo solitario y estrafalario (por decir lo menos), en cuya casa se ve obligado a pasar todo un verano, Juan descubrirá cosas que no imaginaba de sí mismo. Y esto ocurre (como no podía ser de otra manera) gracias a los libros.

El libro salvaje

Entre muchas otras cosas, Juan descubrirá que los libros están lejos de ser sólo un montón inerte de hojas con palabras escritas, que pueden ser fuente de placer tanto como de conocimiento, que convertirse en nuestros amigos o en nuestros enemigos, que tienen vida propia, que se mueven, se pierden, se esconden y aparecen a voluntad, que son ellos los que eligen a quienes deben leerlos, y no al revés. Y los libros de su tío lo han elegido a él para transformarlo en algo completamente distinto a lo que había sido hasta entonces: en un lector.

Como los verdaderos lectores, Juan aprenderá sobre todo algo fundamental: que uno no se acerca a los libros para escapar de la realidad, sino todo lo contrario, para comprenderla mejor, para explicársela, para vivirla de forma más intensa, como sólo se puede vivir una vez que somos capaces de relacionarla con lo que otros, más sabios que nosotros quizá, nos tienen que decir sobre ella, ayudándonos a desarrollar nuestro propio criterio.

Juan descubrirá un mundo distinto, hecho de papel, de tinta y de vida



Durante una semana continuaremos leyendo El libro salvaje, de Juan Villoro, en el reto de 18 novelas en 18 semanas de Lectores a Fondo.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Querido Diego, te abraza Quiela: Recomendaciones y nueva lectura

Llegamos al final de la lectura de Querido Diego, te abraza Quiela, de Elena Poniatowska, en nuestro reto de 18 novelas en 18 semanas y como es nuestra costumbre hablaremos de algunas recomendaciones literarias para quienes hayan disfrutado de este libro.



En primer lugar recomendaremos algunos libros más de Elena Poniatowska. Si les gustó el tono intimista de Querido Diego..., sin duda disfrutarán de la lectura de Hasta no verte, Jesús mío, una novela donde Poniatowska utiliza su inconfundible estilo en el que convierte en lírica el lenguaje popular, esta vez con la historia de Jesusa Palancares, una soldadera de la Revolución Mexicana. Además, en cuanto a la manera de unir la historia de sus personajes con la del momento histórico que les toca vivir, no pueden perderse Leonora, sobre otra artista plástica, la recientemente fallecida Leonora Carrington, La piel del cielo, sobre un científico mexicano inspirado muy de cerca en Guillermo Haro, esposo de la propia Poniatowska, y El tren pasa primero, sobre un sindicalista ferrocarrilero.

Leonora El tren pasa primero

Otros textos en los que la añoranza y la espera que nunca se ven recompensadas tienen un papel fundamental, y que seguramente disfrutarán, son las novelas Noticias del Imperio, de Fernando del Paso, y El coronel no tiene quién le escriba, de Gabriel García Márquez, además del poema narrativo Lamentación de Dido, de Rosario Castellanos, considerado por muchos su obra maestra.

Noticias del Imperio Poesía no eres tú

Además recuerden que en Twitter pueden seguir a @_Quiela y leer algunos pasajes de las cartas dirigidas a su @Querido_Diego.



Para terminar, los invitamos a que a partir de mañana se unan a la lectura de la duodécima de nuestras 18 novelas en 18 semanas, una historia sobre libros y lectores: El libro salvaje, de Juan Villoro.

El libro salvaje

jueves, 4 de agosto de 2011

Querido Diego, te abraza Quiela: La presencia ausente

Este día damos inicio a una nueva lectura dentro del reto de 18 novelas en 18 semanas. Ahora se trata de Querido Diego, te abraza Quiela, de Elena Poniatowska.

 

Elena PoniatowskaReconocida por amplios sectores por su trabajo como cronista y periodista, reflejada en libros indispensables como La noche de Tlatelolco y Fuerte es el silencio, Elena Poniatowska (París, 1932) se ha ganado también un importante lugar dentro de las letras de nuestro país, muy en particular con su narrativa: los cuentos de Tlapalería y De noche vienes, las novelas Lilus Kikus, Querido Diego, te abraza Quiela, Hasta no verte, Jesús mío, Tinísima, La piel del cielo (Premio Alfaguara 2001), El tren pasa primero (Premio Rómulo Gallegos 2007) y Leonora (Premio Biblioteca Breve 2011), entre muchos textos más, conforman una obra en la que la inconfundible musicalidad de su voz nos recuerda a cada momento el por qué Octavio Paz se refirió alguna vez a ella como “un pájaro dentro de la literatura mexicana”.

En Querido Diego, te abraza Quiela, Poniatowskada rienda suelta a la que constituye una de sus mejores cualidades como escritora y como periodista: dar voz a los que sufren en silencio. La novela se conforma de una serie de cartas ficticias dirigidas por Angelina Bieloff a Diego Rivera, quien fue su amante durante años y con quien incluso engendró un hijo que murió muy pequeño, después de que él se ha marchado a México bajo el entendido de que ella se reunirá con él cuando le sea posible.

Iniciemos la lectura.

 

La presencia ausente

 

Diego RiveraLa ausencia física de Diego en París no significa que esté ausente de las cartas de Angelina (Quiela). Por el contrario, la ausente es ella. Ella, que sólo escribe de sus (pocas) alegrías y sus (muchísimas) tristezas cuando se refieren a él, de sus sueños cuando quiere contárselos, de los amigos comunes porque lo echan de menos, de su futuro porque quisiera vivirlo junto a él, de su pasado porque sin él parece lejano y ajeno, de su vida porque sin él carece de cualquier sentido, ella, Angelina, aparece en las cartas sólo porque alguien tiene que hablarnos de Diego.

Cada carta es más patética y desesperanzada que la anterior. En cada carta Angelina sabe, aunque se niega a aceptarlo, que él ya no la ama. Y si no lo acepta es porque si eso fuera cierto, entonces nadie más podria amarla, ni siquiera ella misma. Ella sólo vale, le recuerda en alguna carta, tanto como él la quiera.

Pero si bien es cierto que la partida de Diego llenó a Angelina de ausencias, pues los amigos empiezan a alejarse de ella, también lo es que las ausencias habían comenzado antes, con la muerte del otro Diego, Dieguito, su hijo. Tal vez sea ésa en realidad la ausencia que más le duele. El recuerdo del niño la llena de nostalgia por la vida que nunca pudo llegar a vivir, a tal grado que se dice que sería capaz de renunciar a la pintura, su oficio, lo único que le parecía importante en sus días de juventud, tan sólo por volver a tenerlo en sus brazos. En ese sentido, la ausencia de Diego es en realidad la imposibilidad de la presencia de Dieguito; con él se ha ido la esperanza de volver a ser madre, y de volver a sentirse alguna vez objeto de un amor incondicional.

Las ausencias que rodean a Angelina son presencias tan poderosas que ella debe ausentarse de su propia vida.

 

Durante esta semana continuaremos leyendo Querido Diego, te abraza Quiela, de Elena Poniatowska en el reto de 18 novelas en 18 semanas de Lectores a Fondo.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Educar a los topos: Recomendaciones y nueva lectura

Llegamos al final de nuestra lectura de Educar a los topos, la novela de Guillermo Fadanelli. Como es costumbre al concluir cada una de nuestras 18 novelas en 18 semanas, tenemos algunas recomendaciones literarias para quienes hayan disfrutado de esta obra.

Compraré un rifle La otra cara de Rock Hudson

Las primeras recomendaciones serán algunos otros libros del propio Guillermo Fadanelli. A quienes les haya gustado Educar a los topos seguramente les gustarán los desencantados cuentos de Compraré un rifle y Mariana Constrictor, y, sobre todo, la novela La otra cara de Rock Hudson, en cuya historia, como en la que acabamos de leer, un adolescente despierta a la sórdida realidad del mundo que le rodea.

Gazapo Don Segundo Sombra

Muchos autores han escrito historias iniciáticas en las que, de una u otra forma, un niño o un grupo de niños terminan descubriendo la realidad, siempre corrompida, en la que viven los adultos. En esta temática ya antes hemos recomendado, entre varias otras, novelas como El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger; La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa, y Las tribulaciones del estudiante Törless, de Robert Musil. A éstas podemos agregar algunos otros títulos, muy diversos entre sí, como Gazapo, de Gustavo Sáinz; Don Segundo Sombra, de Ricardo Güiraldes; El juguete rabioso, de Roberto Artl, y El Señor de las Moscas, de William Golding.

El juguete rabioso El Señor de las Moscas

Mañana iniciaremos una nueva lectura dentro del reto de 18 novelas en 18 semanas: Querido Diego, te abraza Quiela, de Elena Poniatowska.

Querido Diego, te abraza Quiela

martes, 2 de agosto de 2011

Educar a los topos: La figura paterna

Proseguimos con la décima lectura de nuestro reto de 18 novelas en 18 semanas: Educar a los topos, de Guillermo Fadanelli.

 

Una presencia que se percibe a cada momento durante la novela, es decir, a cada frase de su narrador y protagonista (¿y autor?), es la figura parterna. La novela misma es en realidad un ajuste de cuentas con el padre, el hombre que, valiéndose, sino del engaño, por lo menos de su hablidad para deformar la realidad, puso a Guillermo en el colegio militarizado, ese lugar al que sólo puede concebirse que sea confinado alguien que cumple una condena por un crimen cometido.

Pero Guillermo no recuerda haber cometido una falta tan grande que merezca semejante castigo, entonces, ¿por qué ha sido recluido en ese sitio?, ¿por qué su padre ha sido tan injusto? Como una forma de responder a esta pregunta, el narrador intenta comprender quién es su padre, ese hombre que parece capaz de conseguir cualquier cosa simplemente empeñándose en ello, el hombre que se casó con una mujer que parecía absolutamente fuera de su alcance, el hombre para quien el tiempo es algo tan importante que su obsesión por la puntualidad le parece a su familia casi una enfermedad.

Educar a los topos

Pese a que su padre intenta crear con Guillermo una especie de complicidad masculina frente a la fuerte influencia de la madre y la abuela, el niño siente una mayor cercanía con éstas, quizá por la constante protección que ellas le ofrecen, a diferencia del padre, que después de llevarlo a la escuela militarizada es incapaz de admitir que ha cometido un error.

Mucho tiempo después, cuando Guillermo recuerde sus años de adolescente, la figura de su padre seguirá siendo un enigma y al mismo tiempo una referencia para su propia existencia. La muerte del padre cerrará un ciclo en la vida del narrador y protagonista (¿y autor?) y, la definitiva ausencia sólo hará más patente su presencia.

 

El día de mañana daremos término a la lectura de Educar a los topos, de Guillermo Fadanelli, con nuestras acostumbradas recomendaciones literarias y con el anuncio de la nueva lectura del reto de 18 novelas en 18 semanas.