Entramos de lleno, y desde el primer renglón a Londres. Coincidentemente nuestro segundo libro también se sitúa en tierras inglesas. Desde el principio Chesterton se vuelca en una descripción acuciosa de todo, lugares, situaciones y personajes, en frases como: "Aquel joven -cabellos largos y castaños y cara insolente-, si no era un poeta era ya un poema".
Y en breve vamos conociendo a los personajes claves de la historia y nos metemos a una larga y respetuosa (estilo caballero inglés) discusión sobre el anarquismo. En el tercer capítulo entendemos ya dónd estamos ubicados, quién es Gregory y quién Syme, y quién, claro, es Jueves.
Hasta ahora los diálogos largos discurren sobre la concepción del anarquismo. No es sino hasta finales del capítulo tres donde las intenciones empiezan a explicarnos por qué la posición de cada uno, y empieza a ponerse emocionante.
Y no nos referimos sólo al hecho de que Syme confiese a Gregory que es policía encubierto que se hace pasar por anarquista, eso es apenas el princpio.
No no no, si lo interesante para mi no fue el anarquismo hombre Vs. hombre, si no la revelación de Gregory de Hombre Vs. Dios: "Queremos matar a Dios". Fue eso lo que me llevó a seguir leyendo.
ResponderEliminarBuena elección, gracias.