Club del Libro

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miércoles, 12 de enero de 2011

AMOR A LA MEXICANA


Para esta entrega, tomamos el cuento “El sol jaguar” de Italo Calvino y el “Resplandor de quetzal” de Margaret Atwood.  

Sin duda los dos cuentos nos muestran el amor de pareja que, en los dos casos, se hace más grande gracias a los viajes por el México antiguo y místico.

Con Italo Calvino observamos el viaje que se da gracias a la comida, los sabores que se descubren con cada bocado. Sin embargo observamos que se sigue presentando el pasado indígena de México como caníbales y, en gran medida, el salvajismo de vivir en la sociedad mesoamericana.

Calvino nos muestra un viaje en el que es acompañado por Olivia, tratan de probar todos los platillos típicos de nuestro país, buscando siempre las especias que acompañan a las carnes y los amasijos.
Olivia lleva la batuta dentro de la orquesta de sabores que danzan en sus bocas; las preguntas que hace a los guías turísticos en las ruinas prehispánicas siempre están dirigidas hacia el canibalismo, los sabores que las verduras, especias, granos y demás complementos para los platillos son, según nuestros personajes, para disfrazar el sabor de la carne humana.


Al final Calvino nos habla de la reunión de las almas que implican los vínculos amorosos, con un gran estilo poético se nos muestra la analogía, comerse al otro probar su carne, guardar en el recuerdo el sabor que invadió la boca de los seres amados. ¿Haz sentido esto alguna vez? Devorarte, poéticamente, a tu pareja.

Por otro lado Margaret Atwood nos muestra una pareja de viajeros que, recién llegados a un cenote Maya nos muestran su dinámica de vida, amar al otro pero tenerlo lejos. Sarah y Edward, son nuestros personajes ¿podrías decir que se trata de una pareja dependiente? ¿será esto un problema psicológico o psiquiátrico?   

Sarah intenta hacer que Edward la deje sola mucho tiempo, mientras él, apasionado a la ornitología, acude en busca de pájaros inexistentes dando gusto a su esposa. La comida es también un punto que tocan en este cuento, Edward siempre decide que deben comer en lugares humildes, con la gente, tener comida “del pueblo” ya que sólo así se conoce mejor el lugar que visitas.  

Atwood nos explica que Edward y Sarah se casaron por un embarazo pero el bebé falleció, lo que originó una especie de trauma en los dos personajes del cuento. Así pues, el acercamiento que tienen con la cultura mexicana se nos presenta algo amargo.


La próxima semana continuaremos con los cuentos: “La cabeza de Pancho Villa”, de Graeme Gibson; “Un poco de acción en el caribe”, de Barry López y “Crisanta” de Anna Seghers.

Ya casi se terminan los cuentos del libro "Sol Jaguar, antología de cuentos mexicanos" y queremos que comenten con nosotros, así que !únanse¡. 



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