Club del Libro

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jueves, 25 de agosto de 2011

William Pescador: Un mítico lugar en la memoria

En nuestro reto de lectura de 18 novelas en 18 semanas hemos llegado ya a la obra número 14: William Pescador, de Christopher Domínguez Michael.

Christopher Domínguez Michael

Reconocido como un importante crítico literario e historiador de la cultura, Christopher Domínguez Michael (México, 1962) es también uno de los más influyentes del mundo de habla hispana en la actualidad. Ha sido colaborador en numerosas revistas y diarios; autor de interesantes ensayos sobre letras y cultura como Jorge Cuesta y el demonio de la política, Tiros en el concierto: Literatura mexicana del siglo V, Servidumbre y grandeza de la vida literaria, Toda suerte de libros paganos, Vida de Fray Servando y El XIX en el XXI; y editor de obras como la Antología de la narrativa mexicana del siglo XX y el Diccionario crítico de la literatura mexicana. William Pescador ha sido su única y afortunada incursión en la creación literaria de ficción.



Iniciemos la lectura de William Pescador.



Todo cuanto ocurre en el país de la memoria adquiere por ese solo hecho dimensiones míticas, en particular cuando se trata de nuestras infancias. Así podemos apreciarlo en el relato de William Pescador, quien nos narra lo ocurrido durante el verano en que tenía 11 años y su madre los dejó a él y a su hermano menor Nicolás a cargo de una sirvienta para viajar a Atlantic City en busca de una herencia.

Todo adquiere en la narración una escala fantástica y todo hecho una proporción épica. El departamento de William es entonces ciudad, reino, imperio, civilización. Los juguetes forman hordas y ejércitos. Los garabatos en las paredes son pinturas rupestres que atestiguan la civilización doméstica; los pollos congelados, aves fénix que resucitarán al calor del fuego; los alimentos, producto de las metamorfosis del pan y la sal. Felicidad, la sirvienta, es oráculo de la ropa sucia, arquéologa de la domesticidad, Reina de las Sirvientas, sacerdotisa del culto a una compañera suicida y dios creador que descansa el séptimo día.

Omorca, el lugar donde vive William, legendaro en la memoria, es una ciudad-estado rodeada de otras y él, desde las azoteas de los edificios que lo conforman, entre lavaderos y cuartos de servicio, se convertirá en el cartógrafo encargado por los niños vecinos de trazar los mapas que revelen todos sus secretos.

Y, como en todas las historias míticas, tras un hecho desgraciado, William deberá hacerse merecedor del legado de su linaje, haciendo uso de todos sus conocimientos, para poder acceder al territorio de la madurez.

Durante esta semanas seguiremos leyendo William Pescador, de Christopher Domínguez Michael, como parte del reto de lectura de 18 novelas en 18 semanas.

3 comentarios:

  1. me parece muy bien

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  2. Me pueden decir como eran los personajes es una bonita lectura

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  3. Un libro muy bien escrito, por un escritor con desbordante imaginación.

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