Club del Libro

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viernes, 22 de julio de 2011

El complot mongol: Desprecio del asesino

Seguimos adelante con la lectura del noveno libro del reto de 18 novelas en 18 semanas: El complot mongol, de Rafael Bernal.



Filiberto García, el fabricante de muertos en serie protagonista de El complot mongol, tiene siempre un “pinche” en la boca. Esta palabra que los mexicanos utilizamos para mostrar nuestro menosprecio (o franco desprecio) por algo, se repite una y otra vez en su narración y se aplica a todo cuanto le rodea: los chinos, Martita, el complot en el que se haya involucrado, el Comandante, el señor Del Valle y un largo etcétera.

El complot mongol
Detalle del cómic El complot mongol, guión de Luis Humberto Crosthwaite, ilustraciones de Ricardo Peláez Goicoetxea, publicado por Grupo Editorial Vid.

Ese desprecio es comparable con el que los demás sienten por él. Quienes no lo conocen sienten repulsión por su inconfundible presencia de pistolero, de hombre peligroso. Y quienes sí lo conocen lo desdeñan más aun.

García es una reliquia del pasado que la clase gobernante quisiera olvidar (aunque no descartarla del todo) y se tiene que enfrentar al desdén de aquéllos para quienes trabaja, a los que llama, en general, “los licenciados”: la nueva clase política, los cachorros de la Revolución, universitarios que para todo invocan a la Ley, principalmente para violarla, y que sobajan a Filiberto por su condición de asesino a sueldo, aunque no por ello dejan de requerir de sus servicios para que sea él, ese hombre despreciable, quien se encargue del trabajo sucio que no podrían realizar con sus propias manos de uñas manicuradas.

Y si eso fuera poco, Filiberto, a pesar de lo que pudiera parecer, no se tiene en gran estima: el desdén de que hablábamos al principio lo aplica también a su propia vida, a su pasado, a sus muertos. García siente tanto desprecio por los demás como por sí mismo.

Así, ¿como podría Filiberto García, que se encuentra aislado del mundo por un hondo desprecio mutuo, dedicarse a otra cosa que no fuera matar?



Sigan pendientes de Lectores a Fondo, donde esta semana continuaremos leyendo El complot mongol, de Rafael Bernal.

1 comentario:

  1. La mejor novela policiaca de México, con perdón de Paco Ignacio Taibo II.

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