Club del Libro

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miércoles, 8 de junio de 2011

El apando: Recomendaciones y nueva lectura

Hemos llegado al final de El apando, de José Revueltas, la segunda de nuestro reto de 18 novelas en 18 semanas; y, como hicimos con Elsinore: un cuaderno, terminaremos con algunas recomendaciones para quienes hayan disfrutado de esta novela y quieran profundizar en su lectura.

Las primeras recomendaciones, por supuesto, serán otras obras del propio José Revueltas, uno de los más lúcidos y comprometidos escritores de nuestro país. Imprescindibles dentro de su gran obra son los cuentos de Dormir en tierra y la novela El luto humano, que, como El apando, representan en la ficción distintas realidades de la sociedad.

Sobre la brutalidad del ambiente carcelario se ha escrito mucho. Recordaremos para empezar un par de novelas que, al igual que El apando, fueron escritas por autores que de hecho pasaron un tiempo encarcelados: Memorias de la casa muerta, de Fiodor Mijáilovich Dostoievski, sobre su propia experiencia como prisionero en Siberia, y La Isla de los hombres solos, de José León Sánchez, sobre el terrible estado de la cárcel de San Lucas, en Costa Rica.

Algunos otros relatos son completamente ficticios, pero no por ello menos brutales en la realidad que reflejan. Pensemos en El final de Alice, de A. M. Homes, y en El amante de Janis Joplin, de Élmer Mendoza.

No puede faltar, por supuesto, una visión posmoderna de la cárcel y la literatura carcelaria: Prisión perpetua, de Ricardo Piglia.

Dormir en tierra Prisión perpetua

El encierro puede ocurrir de maneras distintas. Por ejemplo, al aire libre, como en La vorágine, de José Eustasio Rivera, una de las novelas seminales de la narrativa hispanoamericana moderna. O puede un hombre estar encerrado al interior de sí mismo, como le ocurre a Juan Pablo Castel, el protagonista de El túnel, de Ernesto Sabato, quien vive físicamente encerrado en una celda y mentalmente, en un túnel sin salida. Una comparación entre distintas formas de encierro podemos verla en uno de los cuentos más celebrados de Jorge Luis Borges: “Los dos reyes y los dos laberintos”.

Por último recordaremos que en El apando hay varias referencias a la cabeza de los apandados cuando se asoman por el postigo de la puerta. También sobre cabezas desprendidas del cuerpo tenemos un par de recomendaciones: Salomé, la pieza teatral de Oscar Wilde que retoma la historia bíblica de Juan el Bautista y la seductora hija de Herodías que da título a la obra, y Hay que sonreír, de Luisa Valenzuela, una novela de amor brutal en el que juega un importante papel el truco de feria de la cabeza parlante que en Argentina se conoce como “la flor azteca”.

Lectura gratuita: Texto completo de Salomé en Archive.org [en inglés] Hay que sonreír

¿Qué otras recomendaciones tienen ustedes para quienes disfrutaron la lectura de El apando, de José Revueltas?



A partir de mañana iniciaremos la tercera lectura de nuestro reto de 18 novelas en 18 semanas. Ahora tocará el turno de La gaviota, de Juan García Ponce.

ELa gaviota

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