Club del Libro

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jueves, 2 de junio de 2011

El apando: encierro dentro del encierro

Continuamos con nuestro reto de 18 novelas en 18 semanas. Nuestra segunda lectura es El apando, de José Revueltas.

Revueltas estudiando en su celda de Lecumberri (1969 ó 1970)

[Aquí pueden ver una breve semblanza de José Revueltas en un video realizado en 1994 por Julio Pliego Medina]

Revueltas (1914-1976) escribió esta novela en 1969, mientras se encontraba prisionero en la cárcel de Lecumberri, el legendario Palacio Negro. La historia fue escrita durante un encierro y narra muchos encierros.

Los tres personajes principales, Polonio, Albino y El Carajo, no sólo han sido separados de la sociedad y confinados a un reclusorio, sino que incluso dentro de él han sido desterrados en el apando, la celda de castigo. Doblemente aislados, los tres hombres deben reinventar las leyes de convivencia y éstas se basarán en la brutalidad. Encerrados dentro de sus propias mentes, no existe entre ellos comunicación que no se base en la violencia.

Desde el postigo de la puerta del apando se puede ver el cajón de vigilancia de los celadores, un largo rectángulo enrejado dentro del patio de la cárcel, en donde los guardianes se pasean de un lado al otro como fieras enjauladas. “Los monos”, los llaman los presos. Ellos también son prisioneros, que pasan un día sí y otro no dentro de la misma cárcel que los otros.

A los apandados los visitan tres mujeres provenientes del exterior: Meche, La Chata y la madre del Carajo. Pero que ellas no vivan dentro de la cárcel, no significa que sean libres. Encadenadas sin remedio a sus prisioneros, por su causa serán objeto de vejaciones fuera y dentro de la cárcel.

Los hombres sólo salen de su encierro para dirigirse a otro, el de los monos, y dentro de éste serán nuevamente encerrados, dentro de jaulas improvisadas para contener la violencia que su momentánea libertad ha desatado.

[Fragmento de la película El apando, dirigida por Felipe Cazals]

La única verdadera libertad dentro del relato corresponde al narrador, que sin parar pasa de la cabeza de un personaje a la de otro, revelándonos los secretos, los temores, los deseos de cada uno.



Sigan al pendiente de Lectores a Fondo, donde seguiremos leyendo El apando, de José Revueltas, y compartan con nosotros las impresiones que este poderoso texto deje en ustedes.

2 comentarios:

  1. Esta muy interesenta esta novela en verdad pero me gustaria que la narraran completa.
    gracias por estas lecturas

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  2. Creo que la narrativa de un penal solo se puede hacer vivida bajo la perspectiva del encierro(como fue el caso de revueltas). Aunque nos imaginemos las circunstancias y condiciones es dificil vivirlas, por ello es mayor merito para el autor

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