Club del Libro

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jueves, 9 de junio de 2011

La gaviota: un relato deslumbrante

Hoy iniciamos la lectura del tercer libro de nuestro reto de 18 novelas en 18 semanas: La gaviota, de Juan García Ponce.



García Ponce (1932-2003) forma parte de una importante generación de escritores mexicanos (entre los que podemos contar a Salvador Elizondo, José de la Colina, Inés Arredondo, Sergio Pitol, entre otros) y de todos ellos se distingue como el más prolífico y el más representativo. Su obra abarca el ensayo y la crítica literaria y de arte, pero lo más importante en ella es su narrativa. García Ponce es, a decir de Christopher Domínguez Michael, “uno de los creadores más seductores de México”.

Dentro de su obra, La gaviota destaca como uno de sus mejores textos y, según Octavio Paz, es una de las obras en las que se manifiestan de manera más concentrada “sus fábulas, sus invenciones y sus obsesiones”.

Juan García Ponce

[Aquí pueden visitar el sitio oficial del escritor Juan García Ponce]

La gaviota es un relato deslumbrante. Lo es, obviamente, por lo depurado de su prosa, cuidadosamente construida. Lo es por la forma en que el autor se vale del lenguaje para crear imágenes llenas de plasticidad, que podemos ver conforme las leemos. Lo es por el lirismo de su escritura, en el que se basa para la creación de sus personajes y, muy especialmente, para la creación de símbolos que hermanan a su narrativa con la poesía.

Uno de esos símbolos es la luz, y ésa es la mayor razón por la que el relato deslumbra: por la luz que emite. A cada momento la luz aparece, llenando la mirada de los personajes y del lector; es “una luz única, intangible, bajo la que desaparecen los colores y las formas”.

El símbolo de la la luz se asocia principalmente a Katina, o, mejor dicho, a lo que su presencia provoca en Luis: el descubrimiento de un mundo nuevo. Así, cuando ella lo insta a mirar las estrellas, a él le parece como si las viera por primera vez y también por primera vez (aunque antes fanfarroneara de lo contrario) logra ver en su compañía los fuegos fatuos del cementerio.

El cielo es pura luz sin espacio cuando Katina se desnuda frente a Luis para meterse a nadar al mar y cuando ambos se unen sobre la arena, al final del relato, sólo hay espacio sin sombras.

Donde quiera que Katina se encuentra, la naturaleza parece querer iluminarla, para beneficio de la mirada de Luis.

Durante una semana seguiremos leyendo La gaviota, de Juan García Ponce. No olviden compartir con nosotros su lectura de la obra.

3 comentarios:

  1. muy bueno el final

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  2. genial ya tengo la tarea para la proxima semana xdxd lol

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  3. ¿Van a seguir leyendo La Gaviota? ¿Qué más le van a leer si ya contaron el final?

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