Seguimos leyendo la primera de nuestras 18 novelas en 18 semanas, Elsinore: un cuaderno, de Salvador Elizondo.
Si todos somos lo que leemos, esto es más cierto en el caso de los escritores, pues ellos manifiestan las lecturas que han hecho, y lo que han significado para ellos, en sus propios textos. Así, podemos decir que un libro lo firma un autor, pero lo escriben muchas manos. Elsinore: un cuaderno, es una muestra de ello, y, para hacer una lectura a fondo, les proponemos acercarse también a los textos que, por referencia directa de Sal, el narrador, también forman parte de la novela.
Dos textos son mencionados en las primeras páginas de Elsinore, cuando el narrador habla de Mr. Stockwell, el profesor de literatura; ambos son poemas. Uno de ellos, “O Captain, My Captain”, de Walt Whitman, es sólo mencionado de pasada, aunque el espíritu de esta elegía, sobre el amargo sabor de boca que deja una victoria bélica, se podrá sentir de cuando en cuando a lo largo del relato.
El siguiente poema causa una mayor impresión en la mente de Sal y por ello juega un papel más importante dentro de la historia: “The Raven”, de Edgar Allan Poe. En este poema, un estudiante se lamenta por la pérdida de su amada, Lenore, y Sal identificará la imagen de esta mujer, junto con las de las actrices Jane Russell y Rita Hayworth, con su amor imposible, Mrs. Simpson.
Durante su huida de Elsinore junto con su amigo Fred, el narrador hace referencia a un nuevo texto, la novela corta de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas: mientras navega hacia la libertad, se imagina a sí mismo como el protagonista de este libro, Charlie Marlow, e incluso describe la caída de la noche y de la niebla sobre el lago, casi citando a Conrad:
[...] y al mismo tiempo las tinieblas se precipitaron de golpe sobre la tierra, pasaron velozmente sobre el río, envolviendo el barco en un abrazo sombrío. Un silencio formidable acompañó la escena. (Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas)
Para finalizar, nos referiremos a otro poema, que Sal cita casi de forma casual, sin darle más importancia, mientras se oculta de un par de policías que pasan al lado suyo y de Fred mientras pretenden pasar la noche en un parque: el “Romance de la Guardia Civil española”, de Federico García Lorca, en donde también hay policías que sueñan “una vaga astronomía de pistolas”.
¿Qué otras referencias literarias, directas o indirectas, encuentran en la novela?
Sigan pendientes de Lectores a Fondo, en donde continuaremos leyendo Elsinore: un cuaderno, de Salvador Elizondo, y compartan con nosotros sus experiencias con esta lectura.












Entre ambos puntos, el narrador-protagonista se hace preguntas sobre la conspiración que lo llevó a refugiarse en el paraíso tropical que, tras la muerte de su padre, se ha vuelto un infierno.

Por otro lado, un personaje que sigue resultando intrigante es Jorge Parra, el asesor de Pedro Akira. Su encuentro con Cantoná, que en cierta forma recrea con gran humor negro el momento en el que el candidato fue asesinado, y la distinta forma que ambos tienen de recordar sus días de infancia, nos dejan claro que la percepción que cada tiene de los mismos eventos puede ser muy distinta. Hasta qué punto esta diferencia de opiniones será importante en el desenvolvimiento de la trama es algo que aún estamos por ver.
Así, al hablar el protagonista sobre la forma en que los medios y los políticos se comportan durante el periodo vacacional, él no sospecha que nada malo pueda ocurrir, pero nosotros lo intuímos de inmediato, especialmente al atestiguar la forma de actuar de Cantoná: sabemos que cuando vuelva de sus días de descanso en la Ciudad Amurallada (cuyos espacios físico y social, por cierto, guardan una gran semejanza con los de Cartagena de Indias), algo terrible habrá sucedido.
En este capítulo podemos ver también cómo crece la relación amorosa entre Cantoná y Ada Neira y las escenas eróticas entre ellos le sirven a
Donde el sentido del humor se hace de nuevo patente es en las escenas en las que el protagonista navega a través de los sitios de noticias en internet buscando información sobre Miranda. Esta parte del capítulo sirve para consolidar no sólo lo que hemos venido descubriendo del país que describe el
Varias cosas son dignas de llamar la atención para nuestra lectura. Lo primero es la vacuidad de la vida del narrador-protagonista José Cantoná, quien acepta sustituir a Pedro Akira (rompiendo con ello las rutinas que constituían su existencia, como ya vimos al referirnos al